Nutrirnos de la inexacta presencia de las horas
es nuestro oficio
Sacarlas del fondo sin final de la memoria
con gesto de enredadera;
a vivirlas porque se necesitan,
a recrearlas porque la nada apremia.
Sumar dividir: construir meses años;
verdugos infalibles
que adornan el respirar con signos aleatorios.
Deshacer el tiempo
en un acre remedo
a un costado del mundo que se desvanece.
Almacenar memoria,
ahuyentar de nosotros la esencia de cigarra,
como si la vida fuera toda un invierno.
De Isla Absoluta, 2005.