¿Qué la vida nos acecha
con un látigo?
con un látigo?
¿Qué el tiempo te arrodilla,
te fustiga,
se venga?
Algunos dicen eso,
otros tantos lo piensan.
Y otros muchos prefieren
pensar que todo fluye:
que el amor es más fuerte
que un huracán de rabias,
que todo tiene sombras
y florece,
y florece,
que todo tiene luz
y se atenúa.
y se atenúa.
Que la vida es torrente
que lleva entre sus aguas
amapolas.
amapolas.
Que la amapola da color
y ciega.
y ciega.
Que el río la acaricia
y la devora.
y la devora.
Que, a fin de cuentas,
es la vida:
es la vida:
ni efímera ni efémera,
ni estertor ni delicia,
que te quita o te da
pero no cobra...
que te quita o te da
pero no cobra...
Si alguna risa hiere
algún fuego acaricia.
Si el amor arrebata,
el odio va y se inmola.
Que los secretos hablan
y más de una ausencia
permanece por siempre.
permanece por siempre.
Que de oxalme y cenizas,
se reinventan las horas.
se reinventan las horas.
Que se puede ver todo
con los ojos cerrados
y con ellos abiertos
no mirarnos a veces.
no mirarnos a veces.
Que se sueña despierto
y se duerme soñando.
¿Qué la vida nos acecha
con un látigo?
con un látigo?
¿Qué el tiempo te arrodilla,
te fustiga,
se venga?
se venga?
El poeta no asevera
No sentencia
Y preguntando niega
O negando, pregunta
la callada respuesta...
la callada respuesta...