Eché al fuego las últimas recetas
sobre divagaciones, nieblas y otras tumbas.
Atrás quedaron todas,
bailando con la ausencia
y sus desvestidos amuletos.
Quemé el resto de las fórmulas
y me tendí en los extremos de las horas,
sin más unión que algún retrato.
Ahora habito a la sombra de un jardín
donde re-uso la memoria
en una exaltación de mariposa.
No emplacé este día en los almanaques.
Hasta él sólo me trajo la demanda de luz
: no hay más rehén, no hay más efecto
©Isabel Expósito Morales
De Isla Absoluta, 2005