Querida joven amiga de
redes invisibles:
Si un día
paseas por un parque lleno de libros, pleno de literatura y vida, donde esperan por ti las lecturas que te
dibujarán la verdad sin subterfugios, o te harán cuestionar la realidad para
cambiarla, o te invitarán a luchar por un mundo más igualitario y justo, o hará que te alejes de los viejos clichés de princesas de cuentos, o te alertarán
contra encantadores de serpientes con
fórmulas mágicas para ser feliz, detente.
No pases de largo.
En estos
días pudiste hacerlo y no lo hiciste. Haberlo hecho te hubiera permitido ver la
existencia en su plano más amplio, menos sesgado, más profundo…porque los
buenos libros te enseñan a pensar y el pensamiento construye seres libres. Con
ellos aprenderás a percibir el mundo desde distintas perspectivas, te hará ver
la vida a través de otras miradas diferentes a las tuyas, lo que te regalará el
don de la empatía, o tal vez tan solo te salven de no ser igual, de ser
distinta; de no ser una simple marioneta o una muñeca que otros visten y pintan.
Mientras
esperabas por la firma de una famosa de las redes, pudiste haber visitado las
cuevas donde, con un simple ábrete sésamo, hubieras abierto las páginas de La Línea
Perpendicular de mi Pecho de Maribel H. Díaz y sólo con dos versos, al azar,
te hubieras llevado en la mochila que conformará lo que serás, la fuerza, la
valentía que algún día se te exigirá ante las telarañas de la vida.
Hubieras
sido uno más de los Pasajeros del Tiempo de Elena Villamandos y recorrido los
pasillos largos e intrincados de mujeres intensas para hacer acopio de savia
para la subsistencia.
Entretanto aguardabas la llegada de una firma venida de lo virtual, hubieras rozado el
latido tangible y hondo de unos versos de Pilar Durán, convocándote a Lo
Primero y Ciertas Cosas y estoy
segura de que la Muchacha del Ajenjo de Cecilia Domínguez Luis te habría
invitado a sortear el desarraigo, los cambios, las grietas que vendrán a ti alguna
vez aunque ahora parezcan lejanos.
Y así
muchos más títulos y autores en este parque lleno de libros y asideros para la vida, amiga mía...
Hasta
puede que tal vez, después de la anhelada firma de una youtuber, te hubieras
llevado a casa, también, aquella lectura envolvente que hiciste mientras
esperabas, y puede que no te llevaras con ella un millón de sonrisas, pero sí la riqueza de detalles sensoriales, con
complejidades emocionales y morales, totalmente alejados todos ellos de lo leve
y azaroso que nada en la superficie banal de las cosas.
Así que, si un día paseas por un parque lleno de libros, no pierdas tiempo esperando firmas, primero piérdete en los libros que valen la pena.