domingo, 23 de septiembre de 2012

DÍA 139. OTOÑO








Un cántaro emite
elíxir
de otoño:
hojas de vida que caen
como un néctar agridulce
conjugado en las horas 






viernes, 21 de septiembre de 2012

FINALISTAS PREMIO NARRATIVA HERTE 2012


RELATOS      FINALISTAS
PREMIO DE NARRATIVA  HERTE 2012

Después de una siempre difícil selección, y posterior deliberación, el jurado del Premio Narrativa HERTE 2012, ha dado a conocer los títulos de los diez relatos finalistas.  La identidad de sus autores será desvelada el día de la entrega de premios (próximo mes de noviembre, la fecha se les comunicará en unos días).   El orden en que enumeraremos  los relatos seleccionados es absolutamente aleatorio y no tiene nada que ver con su posición en la selección.  Entre ellos están el primero, segundo y tercer premio.  Aunque hablemos de diez finalistas, verán ustedes en la lista doce relatos, eso es debido a que dos de ellos quedaron empatados en puntuación, no tratándose en ningún caso de los tres ganadores.  ¡Felicitaciones a todos, finalistas y no finalistas! Nos hicieron la tarea muy complicada, dada la calidad de los escritos presentados.


Milagro de verano
El último tren
Trabajo sucio
Noche sin luna
La otra
Dulce espera
El Reo
Mi hermano
Desamor
Cómo ayudar a su madre
Sangre, sudor y cebolla
La llamada de Dios




Pilar Gutiérrez, Mª Magdalena Padrón, Isabel Expósito Morales
Componentes del jurado



Directiva de Asociación HERTE   

lunes, 10 de septiembre de 2012

DÍA 128. MARÍA





Sentada en la escalera,
cubierta las espaldas
con no sé qué dolores
ni qué sueños,
te recuerdo.
Con la mirada limpia,
pendiente de la sombra
que el damasco
le regalaba al patio.

Las flores de clepsidra
penden de la memoria
y te dibujan para mí,
esta tarde.

Ya son las tres, María.
La sombra apenas empieza
a asomar su algarabía
y aquí estoy yo,
sentada en la escalera de otro tiempo
pensando en ti,
mirándote las manos
curtidas por silencios.

Ocho hijos, María
le obsequiaste a los días
y, los días, pasaron por ti
sin dádivas,
avaros,
con textura de esparto.
Cuánto dolor guardado
a la sombra del árbol.
Cuántos deseos de aire y libertad
cruzaron por tus campos
de adentro.
Cuántas palabras se quedaron
por decir,
marcándote al oído, 
el compás del silencio,

Yo te quise, María
y amé los ojos tristes que una niña no entiende.
Algo de ti regresa esta tarde a mi casa
para que pueda ver tu carita redonda
y el negro riguroso del pañuelo en tu frente.
Y aquí, instalada yo, en el silencio de tus horas,
sentir a la niña que hubo en mí,
jugar con las palabras que no dijo tu boca.