Grulla
de pasos exactos,
vieja amiga que danza
las horas
cinceladas,
los mismos
festines cotidianos.
Una a una las horas.
Uno a uno los pasos.
Grulla que, de un solo tajo,
abre las cortinas del tiempo
para mostrarnos
la desnudez del día,
con arrugas y canas
y un cándido reloj sobre sus patas...
hasta que..., alguna vez,
se arroje a lo inexacto.
se arroje a lo inexacto.