viernes, 22 de febrero de 2013

DÍA 294. EN LAS LINDES DE TU PIEL


En las lindes de tu piel,
coloco el roce de mi boca:
mar insinuado que te abarca
y, sin embargo, te diluye. 

En la frontera de tus pies,
rozo el secreto profundo de tus bosques.

Piel y boca:
mapa donde mi hálito te nombra
y te reclama
y te aclama
y se calman
mis perdidas batallas.

En las lindes de tu piel,
tiendo mis anclas
y a tus pies, tiento
a los laberintos que te forman.

Apenas en la lumbre que adivino,
 lindo
los vértices acompasados de tu música.
Allí, cuelgo:
yo péndulo cercano, lejano:
cerca, lejos

y sólo de las caricias que aún no han sido
me sostengo.

Pervivo en tus proximidades;
sólo en ellas soy estremecimiento.




5 comentarios:

  1. Es un hermoso poema de amor, querida tocaya. ¡Te felicito!
    Un beso.

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  2. Agradecida por tu visita, Isabel. Efectivamente es este un poema de amor, nacido, eso sí, del apego por ese punto de referencia vital que es el lugar del que une viene, aquel cuya cercanía nos aproxima al contacto con la naturaleza primera, la que nos sabe y nos pronuncia, la que sabemos y pronunciamos, plenos de estremecimiento. Ya sabes... ¡esas locuras de poeta!. Un abrazo, amiga.

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  3. Verdaderamente me estremece este poema de amor táctil. Esa cercanía al paraíso o al amante eterno que no se diluirá nunca. Este poema entraña una sensibilidad digna de ti, Isabel.¡ Y cómo me la comunicas, amiga!. Muchas gracias por esta creación literaria. Un abrazo.

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  4. Piel y amor, un lazo que si es fuerte, es muy fuerte siempre. Y lo dices con toda la fuerza que despliegas, rotundo y certero.
    Besos

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  5. Me encanta este poema. Bello por sus cuatro costados. Me quedo entre sus lindes, amiga. Cariños

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