En el jardín de Briara
hay luz y fuego
y un tumulto de mariposas
abriendo las mañanas.
En él, la música
es un tambor que siempre marca
ritmos de tierra y lava
…aunque su fuego esconda
rincones de terciopelo
donde guardar alhajas.
En el jardín de Briara
nacen ríos de estrellas
que la lluvia no apaga
y abajo, en lo recóndito,
hay una catarata
de sueños
que a veces
despereza
para bailar la vida
al compás del limón
y al ritmo de cerezas.
En el jardín de Briara
se dibuja el amor
sin sombras y sin vallas
porque en él
canta el mar
canciones de agua clara...
Me ha gustado. ¡Cuánto se aprende de los poetas! Y mira que soy duro para la poesía, pero esta, al ser descriptiva quizás la entienda.
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