Mar afuera
la proximidad se sugiere,
se insinúa en remotas arenas
que soñaba la noche,
en caricias ingrávidas
que acechaban los dedos.
Mar adentro de tí
la llama tibia de la cercanía
apremia,
como vientos húmedos
que abrazaban motivos
en costados efímeros.
Oceánica cabalgadura
donde el abismo clama,
donde el amor reclama
inmediatez.
Mar afuera de tí
-luego-
la insinuación tirita,
la inmediatez descansa.