Nutrirnos de la inexacta presencia de las horas
es nuestro oficio
Sacarlas del fondo sin final de la memoria
con gesto de enredadera;
a vivirlas porque se necesitan,
a recrearlas porque la nada apremia.
Sumar dividir: construir meses años;
verdugos infalibles
que adornan el respirar con signos aleatorios.
Deshacer el tiempo
en un acre remedo
a un costado del mundo que se desvanece.
Almacenar memoria,
ahuyentar de nosotros la esencia de cigarra,
como si la vida fuera toda un invierno.
De Isla Absoluta, 2005.
Efectivamente, somos cual hormigas, almacenando horas: para vivirlas, revivirlas o evocarlas. Maravilloso poema, amiga Isabel.
ResponderEliminarLa nada apremia: eso es, salvo que en la nada nada apremia. Salud!
ResponderEliminarBegoña Fleitas
Sacarle partido a tus horas, es llevarlas en el corazón.Con adornos incansables y secuencias acumuladas para que nos lleguen tus palabras como bocanadas de aire fresco y puro. Gracias por tu poesía Isabel. Un abrazo.
ResponderEliminarVerdugos infalibles: qué símil tan rotundo, Isabel. Me rindo ante tu poesía, definitivamente.
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