Para tí, ¡Feliz cumplevida!
Si navego en tu cauce
y mis aguas se abren
en la región amada
que lleva a tus instantes,
es porque aquí reinan tus manos
como inmortales pájaros
sin ausencias
siguen de pie
–aunque algo cansados-
Y es que el hálito
es aún joven,
tras la vieja armadura.
Eres un placer que asciende y se evapora,
un pacto secretísimo con íntimas fragancias.
Infalible talismán que otorga paz sobre el abecedario.
Eres : el más amado suceso en mis colmadas
páginas
Tres muestras de amor.
ResponderEliminarY se nota que es sincero.
Un abrazo.
CDG
Que preciosidad Isabel, sin palabras.
ResponderEliminarQue regalo tan bueno. Excelente.
ResponderEliminar¡Qué magnífico regalo!
ResponderEliminarUn ser afortunado el destinatario.
Un abrazo grande, Isabel.
Declaración de amor de una belleza exquisita. Texto evocador, regalo vivo. Muy bueno Isabel.
ResponderEliminarUn abrazo
Sin palabras¡¡¡ Al igual que el amor sincero que encierra cada una de ellas.
ResponderEliminarLas viejas armaduras esconden vidas hermosas. De ellas aprendemos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, vengo y seguro volveré.
Que no se agoten los sueños, Isabel. De ellos vivimos y bebemos.Y que ese cauce que tan bien mimas y alimentas siga colmando la existencia, tan llena, tan viva, tan plena... Este poema encierra un amor entrañable en mi opinión. Siempre mellegan tus palabras, cargadas de afecto y emoción.Me voy con la miel en mis labios. Un buen abrazo, Isabel.
ResponderEliminarAgradecida por tan lindos comentarios. Sus visitas dan sentido a este blog y me alimentan. ABrazos.
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