jueves, 19 de abril de 2012

DÍA 76. LAS HORAS



Nutrirnos de la inexacta presencia de las horas
es nuestro oficio
Sacarlas del fondo sin final de la memoria
con gesto de enredadera;
a vivirlas porque se necesitan,
a recrearlas porque la nada apremia.

Sumar dividir: construir meses años;
verdugos infalibles
que adornan el respirar con signos aleatorios.

Deshacer el tiempo
en un acre remedo
a un costado del mundo que se desvanece.

Almacenar memoria,
ahuyentar de nosotros la esencia de cigarra,
como si la vida fuera toda un invierno.

De  Isla Absoluta, 2005.

4 comentarios:

  1. Efectivamente, somos cual hormigas, almacenando horas: para vivirlas, revivirlas o evocarlas. Maravilloso poema, amiga Isabel.

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  2. La nada apremia: eso es, salvo que en la nada nada apremia. Salud!

    Begoña Fleitas

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  3. Sacarle partido a tus horas, es llevarlas en el corazón.Con adornos incansables y secuencias acumuladas para que nos lleguen tus palabras como bocanadas de aire fresco y puro. Gracias por tu poesía Isabel. Un abrazo.

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  4. Verdugos infalibles: qué símil tan rotundo, Isabel. Me rindo ante tu poesía, definitivamente.

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