viernes, 22 de marzo de 2013

DÍA 320. GUARECER




Vengo aquí 
a detenerme donde escampa,
a aliviarme de tanta lluvia consumada.
Vengo a cerrar la puerta
a los días que trepan
por andamios de agua.

Vengo aquí
a detenerme en el poema,
a hacer como que olvido
mi arsenal en la sombra,
hasta que alguna lluvia
pertinaz 
me venza

4 comentarios:

  1. Las palabras son un buen cobijo, íntimo y sereno.
    Me gusta venir a tu refugio, un beso grande.

    ResponderEliminar
  2. La música de tu poema me da serenidad, me protege, lo siente, Isabel, lo siento.
    Releo y sus palabras me abrigan.
    ¡Un gozo!
    Un beso agradecido por la belleza.

    ResponderEliminar
  3. Tus versos me transportan a ese verbo "guarecer". Tan repetido por mi abuela, tan oído desde niña.Pero es que rezuman paz y cercanía al transeunte. Aquel que la lluvia pertinaz ha cogido de imprevisto y ha pasado largas horas,guarecido,bajo el cobijo de una mano generosa. Muchas veces espontánea, solidaria,cercana, auténtica... Me llegó este poema. Sí. Y mucho. Un fuerte abrazo, amiga.

    ResponderEliminar
  4. Y yo vuelvo siempre a guarecerme bajo la maravilla de tus versos, poeta.

    Lorena Tagor

    ResponderEliminar